Casarse por el Ayuntamiento.
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MADRID (ESPAÑA)
Lunes, 27 de septiembre de 1999.
FUENLABRADA.- Ni los templos religiosos más emblemáticos, ni los socorridos juzgados. Los Ayuntamientos se imponen en los últimos tiempos en la zona sur madrileña como los lugares preferidos por las parejas de novios para celebrar sus enlaces matrimoniales. Las cifras hablan por sí mismas. La Casa Consistorial de Fuenlabrada habrá sido escenario, cuando concluya el año, de más de un centenar de bodas civiles; en Getafe, el número de nuevos matrimonios unidos en dependencias municipales alcanzará los 150 en diciembre, mientras que en el Ayuntamiento de Leganés hay días en que se celebran ocho bodas, «una cada 15 minutos, como en la Seguridad Social», bromea un portavoz municipal. Desde que en marzo de 1995 se autorizó a alcaldes y concejales a oficiar ceremonias, los ediles han tenido que ir haciendo un hueco entre plenos, comisiones informativas y actos públicos, para estos menesteres. Pero ni todos llevan el mismo número de bodas a sus espaldas, ni gozan de la misma popularidad entre los contrayentes. La concejala de Area Social de Fuenlabrada, Lucila Corral, ostenta el récord en su municipio. Ha oficiado casi 100 enlaces y no es extraño que muchas parejas que acudieron a una ceremonia como invitadas, soliciten después ser casadas por ella. Es fácil descubrir la razón de su éxito. Basta con asistir a una de las ceremonias oficiadas por la edil. Consciente de que la lectura del Código Civil puede ser cualquier cosa menos romántica, Lucila Corral incluye en la celebración algunos toques personales para hacerla más entrañable. Desde un breve sermón sobre el amor hasta unos versos de Benedetti. «Las ceremonias civiles tienen que tener su rito. Obedecen a un momento especial en la vida de las personas y han de contar con el boato que merecen», explica. Otro de los sacerdotes que gozan de gran popularidad en la zona sur es el alcalde de Getafe, Pedro Castro. Casi todas las parejas que acuden al Ayuntamiento piden que sea el regidor quien oficie la ceremonia. Las ceremonias del primer edil son las más relajadas. «Suele permitirse algunas bromas. Les dice a los novios que no se cojan de la mano o que no se besen hasta que él lo diga», añade. La posibilidad de casarse en fin de semana es uno de los aspectos que más tienen en cuenta las parejas, aunque también pesa en la decisión el hecho de que estas ceremonias suelen ser más cálidas. «Nos habían hablado muy bien de las ceremonias en el Ayuntamiento, que las hacían muy bonitas, con muchos detalles, y que no eran tan frías como en los juzgados», indica Miguel Angel, que contrajo el viernes matrimonio en el Consistorio fuenlabreño. Y es que los novios, a pesar de elegir una boda civil alejada de la tradición, suelen ser clásicos en lo que a trajes y celebraciones se refiere. Aunque siempre hay excepciones. Una pareja que contrajo matrimonio en el Ayuntamiento de Leganés apareció vestida con atuendo deportivo y en vez de la marcha nupcial solicitó música de Deep Purple.
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