Hoy vuelve lo honesto a ser honesto;
la palabra sobria se viste de notario,
aun con el mareo resacoso del pasado
gira virtuosa, envuelta con acierto.

Hoy la hipocresía ha cedido la partida
ansiando enfrascada la revancha arana;
hoy luce con más luz al alba ese mañana,
libre de visos hechizados de mentiras.

Hoy se alegra de ello, la paloma mensajera
al ver que su blancura, curiosamente blanca,
brilla en las alturas con alas más ligeras.

Hoy la curia pontificia se abate en decadencia
irreversible, herida gravemente por su historia
que huele podrida, si te acercas, a indecencia.

Por A. Ángel Judas S.

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