Disculpad las letras anti-clericales
que me salen del alma tan sentida
que llora muchas veces, afligida
engañada por los curas en falsedades.

Dilculpadme, yo no ataco ser creyente,
ni que reces al Dios en que tu crees
y vuelques la esperanza, humanamente
o que reces a quien no parece ser.

Yo defiendo de los hombres, su grandeza,
en el fondo, la pureza que ellos tienen
en lo humano, y lo humano yo defiendo.

Tuve fe, mucha fe, muchas veces, mi torpeza
fue creerles sin dudarlo, y por ello, ciertamente
siento ahora por quien reza, desconsuelo.

Por A. Ángel Judas S.

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