El mudo, que por desdicha
nació corto de la voz
ruega a Santa Herminegilda
pida un tinto a servidor.
El ciego, que por desgracia
no ve la luz del Señor,
ruega a la Virgen María
dé la tecla al ascensor.
El bizco, que ya nacido
se vio doble, por error,
ruega a San Justo de Tiempo
doble el whiski y no el sifón.
"El Sordo", que por sobrero
ni el mismo Dios lo lidió,
ruega al "Niño la Taurina"
lo devuelva a Badajoz.
El manco, que por despecho
la mano a Job ofreció,
ruega al Santo mencionado
le reembolse su reloj.
El cojo, que por cojones
sólo alcanza al caracol,
ruega a la Santa que sea
un cojín para el muñón.
El tuerto, que a su pesar
dieron reino por su don,
ruega a la Santa Lucía
un ojo y su abdicación.
A tanto pedir de todos
dicen voces humordaz,
que se oyeron ciertos gritos,
la de Dios y algunos más:
-¡Al próximo que me ruegue
desvelando mi soñar,
¡juro por todos los santos
que se la he de cortar!-
Amén
Por: HUMORDAZ
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