Es brutal ese rostro maltratado,
del guerrero que amó a lo profundo,
vendida su mirada ante el mundo
como aquel que fue resucitado.

Que un padre que se digne de grandeza,
no educa con dolor tan inhumano.

El rostro que desvela la crudeza
que oculta la iglesia en su figura,
sacramento que envuelve de amargura
a los hombres que padecen de pobreza.

Santuario donde tanto se ha engañado
de una vida largo tiempo consumada
con su sangre ellos hicieron su morada
utilizando al Jesús crucificado.

Que hay de todo es sabido en el mundo,
hasta historias de criminales santos.

Irradia la crueldad de un Dios fecundo
que solo entiende de poder y de dinero
amor a medias sin que sea sincero,
bendición, no es más que un puro bulo.

Pobre hombre que murió en el madero,
que algunos aprovechan sin escrúpulo.

Su rostro utilizado en mil masacres
despreciando el nombre del difunto,
rios inmensos de hombres cuya sangre
se perdió por los curas en sus asuntos.

¿Qué diría si pudiera Jesucristo
lo que han hecho de él estando mudo?.

Su rostro se pasea en cruficijo
recordando lento y cruel asesinato,
¿virtud? de educación hacia los hijos
de un Dios que la Iglesia ha inventado.

Con la cruz se mata a medio mundo
aunque me hagan creer lo contrario.

Por A. Ángel Judas S.

http://gbooks1.melodysoft.com/app?ID=poesiaatea&do=sign