Por tí se ha de perder toda memoria,
¡oh, Tiempo!, corrosivo del recuerdo.
Si ya de mis abuelos no me acuerdo
¿qué harás mañana de mi humana gloria?
Maldito seas, Padre de la Historia,
por cuya mano mi existencia pierdo.
Si eres un dios omnipotente y cuerdo
¿por qué me has hecho de tan vil escoria?
Después que mi perfil desaparece
no vuelve a recobrar su corta vida,
cual sombra que la noche desvanece.
¡Oh, carne miserable tan querida!
El ser que ahora tan real parece
será muy pronto imagen que se olvida.
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